I
Que me quede en tu puerta
No quiere decir que no quiera entrar
Que mi cara no haga mueca
No suprime que tal vez me he de molestar
¡Ahora, si me miras!
Te diré que te amo estando afuera y molesto
Cuando mi mirada se hunde de tristeza
No dice que me rindo
Y es que para mi corazón no hay pereza
Pues decirte te amo es mi único himno
Sea cuesta arriba o cuesta abajo
Yo igual te amo
Si bien, estas vestida o desnuda
No dejas de ser mi locura.
II
Porque no todo es bello,
Digo que cuando tus ojos
De seísmo, miedo y furia se llenan.
Yo mantengo mi sello
Y mi mirada no aflojo
Del vértice de tus ojos,
Para absorber
Todo lo que yo provoque
Déjame tus te odio
Y llévate mis te amó.
En este punto es crucial
Saber si te conozco
Para decir con toda confianza…
Que tu, quieres caer en este foso
Donde te espera este, tu niño odioso.
Más algo te frena, y ahora eres tú la que espera,
Que yo suba a buscarte.
III
Vuelvo a caer en una hoja blanca
Pues no quieres promesas
Ya que nuestra analogía, bien dice,
Que yo flaqueo en esos campos,
Pero si miras detrás de la cortina
Encontraras una promesa de acero
Viviendo en mí retina, y no es victima
Del impredecible temporal,
El nunca haber dejado de amarte
Es la fe de mi promesa
De amarte para siempre,
Para mi desgracia no hay forma de probarlo,
Solo puedo repetir mi usado y rayado te amó.
IV
Te propongo, ¡no!
Mejor te amenazo y prevengo
De mi amor
Te declaro la guerra a ti
A ese lado que se niega a caer
Y en tributos de buenos principios
Le ofrezco todo al otro lado.
El que me ama con sus estados de ánimos
Que son mucho, los amó.
Pero yo no entiendo como ese lado
No lo entiende, ahora solo atiende.
Te amo con lo simple de dos palabras
Y lo complicado de estas dos.
Te amo si ríes o lloras
Te amo en mi tristeza y alegría
Cuando me amas y aun cuando me odias,
Hasta cuando yo mismo me odio,
Te amo.
V
En el tiempo que no estuviste te ame
Con la locura de un oso en la ciudad,
La desesperación de un naufrago
Y la esperanza de un creyente.
No niego que aprendí,
Que sin ti puedo vivir.
Pero, no lo quiero.
No quiero vivir de esa manera
Haciendo de mentiras mis verdades
Llenando de sangre artificial mis venas,
Tú sabes bien a que me refiero.
Una vida aprobada por los demás
Con el sello del ministerio de la sociedad.
Yo, no quiero vivir en ese mundo aciago
Decorado con sonrisas que se hacen vanas
Si esas sonrisas vacías que llenan tu vacio
Que llenan de aire mi espacio.
Lo creo así, porque tu vacio en mi
Estuvo lleno de aire, que llamo sonrisas vanas
VI
Otro pliegue de piel que me quito
Sin saber si es merecedor de un séquito
Sigo desdoblando
De donde siguen brotando
Unos “te amo”, del escondrijo
Por ahora te pido perdón
Por el polvo que vuela a tu ventana
Pero la vida cuando despierta
Se sacude y toma su saetón
Y tus reproches lo acepto de ante mano
Porque soy un fantoche y un poco enano.
¡Pero cuanto te amo!
Como ves, me pierdo del tiempo,
De la rima y de mi mismo
Pero no del cuento
De los abriles, junto y lejos de ti
VII
Lejos de ti
Mis manos atadas
Por dudas razonables,
Que ahorcaban a mis ganas
Y las volvían tan estables
No tenía derecho ni permiso
De alagar tu recinto
Y me conforme con el estrecho pasadizo
De un pequeño hola, que cotizo
Pero seguí aquí
Esperando el complemento del mí
Aunque fue un largo circulo vicioso
El que hizo el mi tan ansioso
Heme aquí
Reafirmando mis nudos en ti
Déjame tomarte la mano
Y besarte en cualquier lado
VIII
Setecientas una palabras y unos trece te amo
No reflejan en verdad cuanto te amo
Mas el papel de envoltorio
Que no envuelve este poema
Expresa mi amor otario
Es de tonto amar así
Y este tonto te ama a ti.
Para ser realista este poema no vale nada
Más quiere decir tanto, para mis manos atadas
Que solo dice dos palabras
Te amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario